De acuerdo al Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Informe Valech), durante la dictadura cívico militar existieron más de 1.132 recintos que fueron utilizados como lugares de detención a lo largo del país. Las primeras personas detenidas -a raíz del golpe de Estado- fueron trasladadas a recintos de las Fuerzas Armadas, Carabineros o Investigaciones en primer instancia, sin embargo la capacidad de estos lugares fue desbordada rápidamente por lo que a partir del 12 de septiembre de 1973 se habilitaron como centros de reclusión lugares capaces de mantener personas bajo vigilancia: centros deportivos, escuelas y liceos, edificios públicos, monumentos, hospitales, buques de la Armada y barcos mercantes de empresas privadas, contenedores portuarios, y dependencias de fundos. (Informe Valech, pág. 233). En este contexto es que el Estadio Chile (actual Estadio Víctor Jara) comenzó su funcionamiento como “Campo de Prisioneros”, denominación que recibió por parte de los agentes represivos.
Periodos de funcionamiento
Se han identificado dos periodos de funcionamiento del Estadio como “Campo de Prisioneros”, periodos que poseen rasgos y características propias en cuanto a los sitios que fueron utilizados como espacios de detención al interior del recinto, los organismos represivos que estuvieron a cargo, el perfil de los y las prisioneras políticas que pasaron por el lugar y la experiencia concentracionaria que tuvieron en cada caso.