Justicia para Víctor
El proceso judicial por la busqueda de verdad y justicia en el asesinato de Víctor Jara comenzó en 1978, y a lo largo de los años ha enfrentado multiples dificultades, como gran parte de las causas judicales vinculadas a violaciones de derechos humanos. Pero también, es un ejemplo de las incansables luchas de familiares, organizaciones, abogados y abogadas de derechos humanos y ex presos y presas políticas para terminar con la impunidad.
La primera de las frustraciones ocurrió en junio de 1983, cuando la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el sobreseimiento y cerró el proceso. La familia interpuso una nueva querella criminal, en 1998, esta vez en contra de Augusto Pinochet Ugarte y todos quienes resulten responsables. A raíz de las investigaciones fue posible identificar algunos nombres de militares y Carabineros que estuvieron a cargo del funcionamiento del Estadio Chile, generando el primer procesamiento hacia el teniente coronel del Ejército Mario Manríquez Bravo, pero la condena fue sobreseída debido a su fallecimiento.
En 2008 el juez Fuentes Belmar decidió poner fin a las investigaciones, situación que gatilló la inmediata reacción de los abogados querellantes; mientras la Fundación Víctor Jara organizó la Campaña “Justicia para Víctor Jara”. Logrando la reapertura de la causa.
A fines del año 2012, gracias a diversos testimonios de ex prisioneros y prisioneras políticas del Estadio Chile, el nuevo ministro de la causa Miguel Vázquez, inició un nuevo procesamiento, que fue ratificado en julio de 2018 cuando se dan por concluidas las investigaciones y se dicta la acusación para 9 militares por el secuestro y asesinato de Víctor Jara y Littré Quiroga. Las condenas correspondieron a 15 años y un día por el delito de homicidio calificado y 3 años por el delito de secuestro simple.
Durante julio de 2021, la Corte de Santiago comenzó la revisión de las apelaciones presentadas por los ex militares a las condenas establecidas, aún quedan muchas etapas en el proceso para que los culpables sean encarcelados definitivamente.
