Espacio cultural y deportivo (1969-1973)

Desde su inauguración el 14 de abril de 1969 el Estadio Chile (nombre original del actual Estadio Víctor Jara) fue utilizado para diversos tipos de actividades, principalmente deportivas y culturales. Incluso, antes de su construcción -la cual demoró más de 20 años por diversos problemas de financiamiento- en los terrenos funcionaron el Teatro Politeama (1909-1941) y luego un gimnasio para boxeo (1943-1948). Por iniciativa estatal, estos terrenos fueron expropiados y el diseño encargado al arquitecto Mario Recordón Burnier en colaboración con el arquitecto Jorge Patiño. 

 

En su calidad de obra arquitectónica, el recinto destaca por ser el primer estadio techado del país, de acuerdo al Consejo de Monumentos Nacionales 

 

«Su estilo arquitectónico se caracteriza por la búsqueda de la funcionalidad de los espacios, algo propio de la corriente racionalista del primer tercio del siglo XX, logrando un diseño sobrio y armonioso. En términos formales, se encuentra construido con muros de hormigón armado de 30 cm, pilares y vigas del mismo material, destaca su cúpula con estructura de acero. Posee una multicancha de pulastic y una residencia deportiva, que puede albergar hasta 185 deportistas. Sus graderías tienen espacio para 6500 espectadores y bajo ellas se construyeron los dormitorios, camarines, gimnasio, clínica, baños, comedores y un casino».

 

La inauguración del recinto fue largamente esperada como se señala en la Revista Estadio de abril de 1969: 

 

«El Estadio Chile es el producto de una historia angustiosa que acaba de terminar un ciclo para comenzar otro. Después de tanto sacrificio, sudor y lágrimas por fin comienza a servir en la noble causa para la que fue creado. Los errantes, los nómades del deporte amateur, tienen ahora su casa, un techo donde cobijarse tras tanto vagabundear (…)» 

 

A la ceremonia asistió el Presidente de la República Eduardo Frei Montalva e importantes figuras deportivas como Arturo Godoy y Marlene Ahrens. A los pocos días se realizaron las clasificatorias del Mundial de Voleibol Masculino (Campeonato de los Cinco Continentes) y un importante encuentro de boxeo -a estadio lleno- entre Godfrey Stevens y Bobby Valdez.

 

En el ámbito cultural, las actividades más importantes realizadas en esta primera etapa, fueron los Festivales de la Nueva Canción Chilena. Por iniciativa de Ricardo García, destacado periodista y locutor radial, con el apoyo de la Vicerrectoría de Comunicaciones de la Universidad Católica de Chile se organizó el primer festival en 1969, que tuvo por objetivo difundir las composiciones de cantautores y grupos musicales que -siguiendo el ejemplo de Violeta Parra- investigaban la música folclórica chilena y latinoamericana vinculándola con la denuncia de los problemas sociales de la época, este tipo de música era escasamente difundida en las radios pero contaba con un gran apoyo popular que se manifestaba en peñas, sindicatos, poblaciones y universidades.

 

El Primer Festival de la Nueva Canción Chilena contó con 12 artistas invitados quienes compusieron una canción especialmente para la ocasión, además se realizaron foros y mesas redondas donde se reflexionó sobre las nuevas composiciones y lo que se debía entender por Nueva Canción Chilena. El 12 de julio de 1969, en el Estadio Chile repleto de público, se realizó la premiación: Víctor Jara ganó el primer lugar con su canción “Plegaria a un labrador”, interpretada con el conjunto Quilapayún. Compartió el primer lugar con Richard Rojas, quien interpretó junto al Grupo Lonqui la canción “La Chilenera”.

 

 

 

Líbranos de aquel que nos domina
en la miseria.
Tráenos tu reino de justicia
e igualdad.
Sopla como el viento
la flor de la quebrada.
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil.
Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra
tráenos tu fuerza y tu valor al combatir.
Sopla como el viento
la flor de la quebrada.
Limpia como el fuego
el cañón de mi fusil.
 

Fragmento de Plegaria a un labrador, Víctor Jara

 

La Chilenera fue revolucionaria
hoy le dirían todos la Pasionaria 
luz del combate, fiera oración, grito consciente de rebeldía 
Viva la Patria en revolución, revolución.
Novia del pueblo, la Chilenera,
así le llama pues don Manuel
novia más linda, más buenamoza
su llamarada vuelve a nacer

 

Fragmento de La Chilenera, Richard Rojas. 

Las versiones del Festival de la Nueva Canción Chilena de los años 1970 y 1971 también se realizaron en el Estadio Chile y sirvieron como plataforma de difusión de importantes composiciones. En 1970 se estrenó la Cantata Santa María de Iquique de Luis Advis interpretada por Quilapayún. En 1971, bajo el primer año de gobierno de la Unidad Popular, el Festival contó con el auspicio del Departamento de Cultura de la Presidencia de la República por la relevancia tanto cultural como social de la actividad. Se presentaron composiciones de Patricio Manns, Víctor Jara, Dúo Coirón incluso participaron el “Pollo” Fuentes y Oscar Cáceres, intérpretes que no se encontraban vinculados al carácter social y político de la Nueva Canción Chilena.

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